jueves, 19 de noviembre de 2009

Cuando la ciudad no va a la montaña, la montaña se trasalda a la ciudad...

Hoy me veo obligada a rectificar algo que escribí en mi post de septiembre “Dusseldorf a Examen”, por una divertida noticia que acabo de conocer y que me ha dejado asombrada.
Esta mañana, intentando liberarme a duras penas del dulce abrazo de Morfeo ante un café con leche calentito, mientras escuchaba el suave ronroneo de la radio en este enigmático idioma que tanto ha inspirado a los filósofos, me pareció entender que había una pista de esquí en la ciudad.




Extrañada, miré por la ventana; ningún indicio de nieve, 8 grados, cielo gris y ambiente mojado, como es habitual desde hace varias semanas. Me pregunté qué habrían podido contar para que entendiera yo semejante disparate, seguramente se trataría de otra de mis imaginaciones matinales al entrar en contacto con la realidad y prueba de que aún seguía dormida. No le di mayor importancia y decidí atacar mi tostada.


Más tarde, llegó el momento de examinar el tiempo. Las conversaciones alemanas son muy estructuradas y siempre conllevan un epígrafe relativo a este tema. Como últimamente hay pocas novedades, el cielo está gris, un poco más luminoso o un poco más oscuro, pero tremendamente gris, decidí comentar el disparate que había oído sobre una pista de esquí en la ciudad y… así aprendí que en Dusseldorf se celebra todos los años por esta época, una etapa de la Copa del Mundo de Esquí de Fondo. Este año empezará el 6 de Diciembre y durará 4 días.

Cuesta imaginar cómo les vino la idea de instalar una pista de esquí para realizar una etapa del Campeonato del Mundo en una ciudad tan pequeña, pero una vez más, las orillas del Rin se han convertido en escenario idóneo para acoger tan atractivo acontecimiento, y prueba de ello son estas fotos del Mundial de 2006 que he encontrado al investigar más profundamente sobre el tema.




Evidentemente, la nieve es artificial y sólo se trata de unos cuantos cientos de metros para hacer el “sprint”, pero eso no quita para que lancemos nuestro sombrero al aire en reconocimiento a tan extraordinaria capacidad de hacer los sueños realidad.

Y volviendo a mi post de septiembre, hay que replantearse la pregunta sobre qué podría faltarle a Dusseldorf? Pero esta vez, no pienso contestar…

3 comentarios:

Jose-Luis Arana dijo...

Si estás por alli todavia el 6 de diciembre nos cuentas, ¿vale? Y si eres esquiadora... pues mejor que mejor.

Saludos
Jose Luis

FAH dijo...

Myriam me ha encantado el post, muy interesante; una ciudad fantástica. Al ver si algún día te podemos hacer una visita por allí. salu2.

Mimi dijo...

Lamentablemente, no estaré para presenciar tan original acontecimiento, tendré que esperar al año que viene, una pena, pero me dejaré sorprender por algun otro evento curioso, estoy segura de que aún me quedan muchas cosas que descubrir por aquí! ;o)