Nunca conocí iglesia más relacionada con la música que Saint Martin in the Fields. En un lado del noroeste de la famosa plaza de Trafalgar se alza esta iglesia anglicana con su imponente torre. El primer vestigio conocido de esta iglesia es una tumba que data del año 410 aunque quizás hubiera ya un templo romano en la misma ubicación.
Posteriormente, Enrique VIII, el famoso rey que se escindió de la Iglesia católica para poder divorciarse de Catalina de Aragón (aunque con esto igual me estoy ganado la animadversión de unos cuantos anglicanos y de algunos otros historiadores pero de ningún historiador anglicano), reconstruyó la iglesia en 1522, denominándose San Martín en los campos, en los campos porque realmente estaba en mitad de la nada, situada entre la ciudad de Westminster y la ciudad de Londres. Desde luego no se puede decir que Enrique VIII no sirviera como promotor inmobiliario, ya que hoy Saint Martin está en pleno centro de Londres.
Muchos notables británicos están enterrados en la cripta de esta iglesia donde hay un café y, los miércoles por la noche, conciertos de jazz. Depende del tipo de jazz que se toque pero en muchas ocasiones las parejas bailan mientras los menos animados cenan deleitándose con la música en la propia cripta. ¿Se imagina que esto fuera posible en España? ¿Qué, en lugar de llevar flores a los muertos bailáramos y cenáramos delante de sus tumbas o en las criptas de las iglesias? A mi, desde luego no me parece que haya un mejor homenaje a los muertos que bailar y comer a su salud, al menos que haya alguien que disfrute. El muerto al hoyo y el vivo al bollo, pues eso es exactamente lo que ocurre los miércoles y otras noches con otro tipo de música, en Saint Martin in the Fields.
De cualquier forma, esta iglesia, que sirvió de modelo a muchas de las iglesias que existen en Norteamérica, tiene otras muchas actividades así que, si piensa que el jazz es demasiado superficial o sacrílego para bailarlo en una cripta, le recomiendo que entonces vaya a los muchos conciertos que de Mozart, Vivaldi, Bach y otros muchos se celebran dentro de la iglesia. Les dejo con su página web donde podrá encontrar su programación y, desde luego, alguna actividad que con la que podrá disfrutar.
Posteriormente, Enrique VIII, el famoso rey que se escindió de la Iglesia católica para poder divorciarse de Catalina de Aragón (aunque con esto igual me estoy ganado la animadversión de unos cuantos anglicanos y de algunos otros historiadores pero de ningún historiador anglicano), reconstruyó la iglesia en 1522, denominándose San Martín en los campos, en los campos porque realmente estaba en mitad de la nada, situada entre la ciudad de Westminster y la ciudad de Londres. Desde luego no se puede decir que Enrique VIII no sirviera como promotor inmobiliario, ya que hoy Saint Martin está en pleno centro de Londres.
Muchos notables británicos están enterrados en la cripta de esta iglesia donde hay un café y, los miércoles por la noche, conciertos de jazz. Depende del tipo de jazz que se toque pero en muchas ocasiones las parejas bailan mientras los menos animados cenan deleitándose con la música en la propia cripta. ¿Se imagina que esto fuera posible en España? ¿Qué, en lugar de llevar flores a los muertos bailáramos y cenáramos delante de sus tumbas o en las criptas de las iglesias? A mi, desde luego no me parece que haya un mejor homenaje a los muertos que bailar y comer a su salud, al menos que haya alguien que disfrute. El muerto al hoyo y el vivo al bollo, pues eso es exactamente lo que ocurre los miércoles y otras noches con otro tipo de música, en Saint Martin in the Fields.
De cualquier forma, esta iglesia, que sirvió de modelo a muchas de las iglesias que existen en Norteamérica, tiene otras muchas actividades así que, si piensa que el jazz es demasiado superficial o sacrílego para bailarlo en una cripta, le recomiendo que entonces vaya a los muchos conciertos que de Mozart, Vivaldi, Bach y otros muchos se celebran dentro de la iglesia. Les dejo con su página web donde podrá encontrar su programación y, desde luego, alguna actividad que con la que podrá disfrutar.
5 comentarios:
Gracias Pedja por la recomendación. La próxima que vuelva a London pasamos por allí... aunque sin dudas lo mejor de todo es lo de "el muerto al hoyo y el vivo al bollo"... abrazo.
Gracias Paco, claro que sí, por allí pasaremos y yo aprovecharé para cenar algo, no sé tú, un abrazo¡¡
yo tb aprovecharé para cenar algo... lo mismo me tengo que pasar por bayswater a tomarme un kebab... y luego por el famous chinese restaurant... greetings... paco.
Sois los dos unos cachondos, jajaja.
Yo estuve allí hace un par de años, pero fíjate, llegué al final del día y no llegué a entrar. Es más, no tenía ni idea de lo de las cenas y el jazz.
Hace un par de años murió mi abuelo paterno el cual fue una gran persona y un gran personaje. Para haberlo conocido, vaya. Después de la pena y tristeza de los primeros momentos en el tanatorio, todos los primos (ni más ni menos que 38, ya que mi abuelo tuvo 14 hijos), comenzamos a contar anécdotas acerca de lo que había sido su vida y como nos había afectado a todos.
Fue una especie de camino de Emaús, si me permitís el símil evangélico, en el que todos terminamos cenando en un VIPS y con una sonrisa en la boca dando las gracias por haber tenido la suerte de conocer a alguien tan especial.
Creo que los funerales, velatorios y demás deberían ser así.
Por cierto, por si no la habéis visto, os recomiendo la peli "Un funeral de muerte". Yo me tronché de la risa (pero que conste que esto no tiene que ver con mi abuelo, jeje).
¡Abrazos!
PD: Pedro, creo que en Mayo tengo qu estar por Londres por motivos laborales. Ya te contaré.
Querido Ferra, muchas gracias por tu comentario. Me ha hecho reír y estoy totalmente de acuerdo. Deberíamos celebrar el haber conocido personas cuando nos despedimos de ellas. Buena conclusión y buena película, claro ejemplo de humor inglés, es deternillante. Si vienes dímelo por favor y nos tomamos un zumito de uva añeja...
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