Si hay un teatro bonito en Londres, ése es el Royal Albert Hall. Construido en la zona en la que el rey consorte Alberto proyectó la Primera Gran Exposición Internacional de la historia, que se celebró en Londres en 1851. Escenario de sueños, tenis, circos, conciertos y demás prodigios, el Royal Albert Hall es, sobre todo, el escenario de los Proms, un ciclo de conciertos que, año a año, organiza la BBC y que este año empezó el pasado 16 de julio y llegará hasta el 11 de septiembre. Hasta un máximo de tres conciertos al día, uno en torno a las 3, otro sobre las cinco y media y el último sobre las 7,30, los Proms son una muestra más de la devoción británica por la música clásica.
Una curiosidad es que, invariablemente, todos los años, el último de los conciertos se celebra en Hyde Park, en un recinto cerrado en lugar de en el teatro. A pesar de ello, basta con acercarte a este parque, que está junto enfrente del teatro, para poder oír el concierto (aunque no lo veas). Este último concierto va unido a un conjunto de fuegos artificiales que pone punto final al gran festival de música de la capital londinense. La guía, con la programación y las orquestas y artistas que participan en este año, se vende por toda la ciudad, haciendo que los Proms sean una de las referencias del verano en Londres. El primer Prom se celebró allá por 1895 y, desde entonces, todo londinense que se precie va a algún concierto en el Albert Hall.
Las entradas se pueden conseguir por internet y hay tal oferta de entradas que, si tienes pensado venir a Londres, aún puedes apuntarte. Si no, en cada concierto tienes la posibilidad de "come and prom", es decir, hasta 1400 entradas de pie que se ponen a la venta 2 horas y media antes de cada concierto a un precio de 5 pounds¡. Ya lo ven señores, no hay excusas para invitar a un prom a sus amistades... !Música maestro¡.
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